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Alopecia
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Normalmente las personas pierden entre 50 y 100 hebras de cabello al día. Esta pérdida no es notable porque el cabello es reemplazado constantemente. Sin embargo, cuando este reemplazo no sucede, es cuando podemos hablar de la alopecia.
La alopecia es la pérdida excesiva del cabello que afecta generalmente al cuero cabelludo. De acuerdo con la medicina oficial, la causa de esta pérdida se debe a la herencia, cambios hormonales, afecciones médicas o como una parte normal del envejecimiento. Cualquiera puede sufrir de alopecia; sin embargo, es más común en los hombres.
La alopecia puede aparecer de repente o progresivamente y puede afectar solo el cuero cabelludo o todo el cuerpo. Algunos de los síntomas de la alopecia son:
- Adelgazamiento del cabello.
- Aflojamiento repentino del cabello, notable al peinarse, bañarse o simplemente pasar la mano sobre él.
- Pérdida de cabello en formas circulares o en parches sobre el cuero cabelludo, la barba o las cejas.
- Picazón o dolor en la piel antes de que se caiga el cabello.
- En ocasiones hay pérdida del cabello en todo el cuerpo.
La alopecia desde la Biodesprogramación
En el caso de la alopecia, hay conflictos de separación y desvalorización. Podemos entender la alopecia desde dos vertientes: pérdida de la fuerza y un estrés por pérdida.
La cabeza representa al padre y la intelectualidad. Generalmente podemos entender la alopecia como una pérdida relacionada con el padre, con alguna figura que represente autoridad o con padres simbólicos. Esta pérdida se vivió de forma dramática e inesperada. Esta pérdida es el programante, y cuando la persona se enfrente a otra pérdida, aunque sea solo el miedo, la vivirá haciendo estrés en la cabeza, lo que provocará que pierda cabello.
El cabello también representa la fuerza: conforme se pierde la fuerza, se pierde el cabello. Por esta razón, cuando hay enfermedades o tratamientos desgastantes, como la quimioterapia, se pierde el cabello. De igual manera, cuando una persona cambie su carácter, haciéndose más sumiso, puede presentarse la caída, pues hay una sensación de que se acaba la fuerza para seguir.
Comprensión amorosa
Toma conciencia del momento en que la caída comenzó, ¿qué estabas viviendo? ¿A quién perdiste? ¿De quién te separaste? ¿Qué había a tu alrededor que dejó de estar o que te quitó fuerzas?
Es necesario estar conscientes de que nada se pierde porque nada es nuestro y todo está constantemente fluyendo, cumpliendo ciclos. Si no nos sentimos dueños de nada, nada se pierde y no sufriremos de estrés y evitaremos afectar nuestro cuero cabelludo.