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Cálculos
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Los cálculos son depósitos sólidos que se forman en diferentes partes del cuerpo humano, como los riñones, la vejiga o las vías urinarias. Generalmente se componen de minerales y sales. En esta ocasión explicaremos los cálculos en la vejiga, los cálculos biliares y los cálculos renales.
Cálculos biliares
La vesícula biliar se ubica en la zona derecha del abdomen, debajo del hígado. Se encarga de almacenar, concentrar y enviar la bilis al duodeno (parte del intestino delgado que conecta el estómago con el yeyuno). La bilis se produce en el hígado y se encarga de absorber vitaminas y nutrientes. Cuando ingerimos alimento, la vesícula biliar se contrae y libera bilis en el duodeno.
Los cálculos biliares son partes sólidas constituidas por bilis que se forman en la vesícula biliar. Pueden variar de tamaño: desde el tamaño de granos de arena, hasta ser del tamaño de pelotas de golf. También puede variar el número de cálculos. Generalmente no causan síntomas hasta que llegan a provocar bloqueos, ahí los síntomas que los cálculos biliares pueden presentar son:
- Dolor repentino y que se intensifica en el lado derecho y en la parte central del abdomen.
- Dolor de espalda.
- Dolor en el hombro derecho.
- Náuseas o vómitos.
De acuerdo con la medicina oficial, se producen por varias causas: la bilis contiene demasiado colesterol; la bilis contiene demasiada bilirrubina; o la vesícula biliar no se vacía de manera correcta.
Cálculos vesicales
La vejiga almacena la orina producida por los riñones y es la encargada de expulsarla cuando se llena: las señales nerviosas enviadas al cerebro desencadenan la necesidad de orinar. Al orinar, estas señales nerviosas hacen que se relajen los músculos del suelo pélvico y los de la uretra para poder expulsar la orina.
Los cálculos vesicales son masas duras de minerales que se encuentran en la vejiga. Se pueden desarrollar cuando la vejiga no se vacía completamente, lo que ocasiona que la orina se concentre y que se llegue a cristalizar. Los cálculos pueden variar de tamaño y no suelen causar malestares hasta que llegan a irritar la pared de la vejiga o bloquear el flujo de orina, en ese caso algunos de los síntomas de los cálculos en la vejiga son:
- Dolor en la parte inferior del abdomen.
- Dolor al orinar.
- Orinar frecuentemente.
- Dificultad para orinar o interrupción del flujo de orina.
- Sangre en la orina.
- Orina turbia o de un color oscuro.
Cálculos renales
Los riñones se encargan de la excreción de sustancias de desecho a través de la orina. Los cálculos renales, conocidos como nefrolitiasis o urolitiasis, son depósitos duros hechos de minerales y sales que se forman dentro de los riñones. Los cálculos se forman cuando la orina se concentra en algún punto del riñón, lo que permite que los minerales se cristalicen y se unan.
Generalmente, para estos cálculos, la medicina oficial recomienda expulsarlos tomando analgésicos y mucha agua. Expulsarlos puede llegar a ser doloroso y es que no suelen ocasionar problemas hasta que viajan por los uréteres, conductos que conectan los riñones y la vejiga. Esto también puede llegar a bloquear el flujo de orina y hacer que el riñón se hinche y el uréter tenga espasmos. Algunos de los síntomas de los cálculos renales son:
- Dolor punzante e intenso en los costados, la espalda y debajo de las costillas.
- Dolor que va del abdomen hasta la ingle.
- Dolor en oleadas.
- Dolor o sensación de ardor al orinar.
- Orina de color rosado, rojo o marrón.
- Orina turbia.
- Orina con olor desagradable.
- Necesidad constante de orinar.
- Orinar en pequeñas cantidades.
- Náuseas y vómitos.
- Fiebre y escalofríos.
Los cálculos desde la Biodesprogramación
Recordemos que del tamaño del síntoma es el tamaño del estrés, por lo que las piedras o cálculos, pueden seguir creciendo si el estrés se hace más grande. A continuación mencionamos los conflictos emocionales de los cálculos más comunes:
Cálculos biliares
En los cálculos biliares podemos encontrar conflictos de juicios con amargura y agresividad reprimida. El sentido biológico de un cálculo biliar es el de retener la bilis para que no salga, esto puede ser ocasionado cuando hay una emoción que no podemos digerir o, por el contrario, para frenar un exceso de emoción: amargura, ira, rabia, rencor, etc.
Esto sucede cuando hay problemas de pérdida de territorio o sentimientos de ataque al territorio que producen emociones muy fuertes que no podemos expresar y que vamos acumulando.
Cálculos vesicales
Cuando hay cálculos en la vesícula encontramos conflicto de líquidos, que simbólicamente podemos entender como dinero o emociones, que es lo que deseamos retener.
Podemos entender este síntoma como “no me salieron las cuentas”. La persona vivió un evento en el que económicamente sintió que le faltó dinero, quizá esperaba un pago que no llegó o le llegó de menos y eso afecta sus finanzas. Esto también puede suceder con el resultado de un proyecto importante que no salió como lo tenía planeado. Esto lo podemos entender porque el sentido biológico de un cálculo en la vejiga es el de retener la salida de líquidos para evitar que estos se pierdan en un momento en que son importantes para nosotros. Tenemos la sensación de que “algo se nos escapa” y no queremos que así sea.
Cálculos renales
Cuando hay cálculos renales podemos encontrar conflictos de territorio. Generalmente podemos encontrar el desencadenante en una madre que limita, que “pone piedras” en el camino de la persona. Recordemos que el riñón se encarga de desechar el agua; el agua es el símbolo de la vida; la madre es la que se encarga de dar la vida. Podemos entender que hay un problema en el que alguien ocupa mi territorio y me es imposible marcarlo, delimitarlo.
Es importante mencionar que la madre puede ser el programante, pero si ya no convivimos con ella o si sentimos que su limitación terminó, recordemos que estrés activo es síntoma activo, por lo que hay que buscar si en nuestro entorno hay alguien que nos esté ocasionando el mismo sentimiento de limitación, quizá estás casado con alguien que genera esas emociones, o puede ser que haya alguien en el trabajo o alguien en tu vida que sientes que no te deja avanzar.
Comprensión amorosa
Es necesario reconocer qué conflictos estamos viviendo y permitir que las emociones fluyan, soltar todo lo que estamos reteniendo y que estamos permitiendo que se acumule. Reconozcamos qué es lo que esperábamos y qué no obtuvimos y reconozcamos que las cosas fueron como tenían que ser y aprender de ello. Reconozcamos que somos dueños de nuestro camino y que no debemos permitir que otras personas nos limiten.
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