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Depresión posparto: Biodesprogramación
Presencial o en linea con el equipo de Fernando Sánchez
La depresión es un trastorno emocional que afecta negativamente nuestros sentimientos, pensamientos y acciones y modifica nuestra percepción de la vida. Por lo que la depresión posparto es un trastorno de los sentimientos, pensamientos y acciones que afecta negativamente a las madres que recientemente dieron a luz. Esta depresión se presenta durante las primeras semanas después del nacimiento del bebé. Si estos síntomas no son tratados a tiempo, la depresión puede durar meses o años y puede volverse cada vez más grave.
Algunos de los síntomas de la depresión posparto son los siguientes:
- Dificultad para establecer un vínculo con el bebé
- Sensación de inutilidad o culpa, en especial relacionados a su capacidad de ser madre.
- Tristeza o desánimo.
- Alejarse de los familiares y amigos.
- Pérdida de interés por actividades que antes disfrutaba.
- Falta de energía y falta de motivación.
- Cambios en el aspecto o la higiene personal.
- Cambios en el apetito.
- Problemas para dormir.
La depresión posparto desde la Biodesprogramación
Cuando hay depresión podemos encontrar conflictos generales de identidad, territorio, desvalorización y culpabilidad.
La depresión es un sentimiento de desesperanza y desilusión. Desde la biodesprogramación, la depresión posparto se relaciona con las memorias de sufrimiento que vienen después del nacimiento de un hijo. Estas memorias se heredan de las ancestras, por ejemplo: mi abuela o mi madre fueron obligadas a tener hijos y sintieron mucha tristeza o, principalmente, perdieron un bebé, ya sea durante o poco después del embarazo. Esta memoria de tristeza se vuelve un ciclo biológico memorizado que se activa cuando la mujer, la nieta o hija, da a luz a su bebé.
Cuando se presentan estas memorias, hablamos de que la mujer que sufre de depresión sí quería ser madre, le alegra, no perdió ningún bebé antes y no tuvo algún problema económico o con su pareja que le causara alguna tristeza y desánimo por ser madre: pero la siente, es una emoción que no corresponde a lo que está viviendo y esto se debe justo porque son las memorias de las ancestras.
Comprensión amorosa
Es necesario trabajar en este sentimiento, porque esta tristeza y rechazo la puede sentir el bebé y se le puede hacer un daño profundo. Hay que reconocer primero que el deseo de ser madre era totalmente nuestro, no fuimos obligadas ni abusadas; en caso de reconocer que no fue así, hay que trabajar en eso, aceptar la maternidad o resolver los conflictos que no nos permitan disfrutar de forma plena el embarazo.
Si te das cuenta que realmente estabas preparada para ser madre, entonces es necesario que busques en tu árbol familiar si alguna de las mujeres en tu familia sufrió de esto y cómo se sentía con respecto a ser madre. Si encuentras a esa mujer, escucha su historia con amor y sin juzgar, ya que juzgar es condenarse a repetir, honra su dolor, acepta que esas memorias fueron transmitidas para intentar ayudarnos, que no son tuyas, y agradece a nuestras ancestras por sus sacrificios.
Si hay pérdidas de bebés en el árbol, es necesario hacer los duelos correspondientes: ponle un nombre o recuerda el nombre del bebé pérdido; reconoce que por algo no está aquí ahora, quizá tenía un camino de sufrimiento; toma una caja pequeña y mete cosas simbólicas que sean de niños, como juguetes. El objetivo es enterrar la caja, así que busca un lugar bonito, quizá debajo de un árbol y haz un agujero: antes de enterrar la caja, es importante escribirle una oración o una carta al bebé en la que digas su nombre, le desees lo mejor, comprendas que no era su tiempo y le digas que lo dejas ir. Lee la oración antes de enterrar la caja; incluso puedes enterrar la carta junto con la caja.