De acuerdo con la Nueva Medicina Germánica, en el proceso conocido como “enfermedad”, existen dos fases: fase activa y fase de reparación. En el caso de la gripe hablamos de una fase de reparación.

Cuando hablamos de gripe, hablamos de una sospecha frente a un evento determinado. La fase activa de la gripe sucede cuando un evento, una situación o una persona nos causa alguna sospecha, ya sea de que me engañan, de que algo no va a salir bien, o algo huele mal, etc. Esta sospecha provoca que el cuerpo ulcere las fosas nasales para aumentar la función de la nariz, que es oler. Simbólicamente esto nos permitiría detectar de dónde viene el mal olor, que es como decir que nos permite ver dónde puede estar lo que puede salir mal, lo que me va a traicionar, o lo que saldrá mal o distinto a lo que espero, etc. 

La gripe, ya con sus síntomas, aparece en la fase de reparación, cuando el cuerpo se relaja, y aparece moco para reparar las úlceras, porque estas se van a encargar de resanar las fosas nasales. Por eso es muy común que la gripe se relacione con el estrés, ya que hemos atravesado por una situación que temíamos que no saliera bien, por ejemplo, una presentación en el trabajo, y sospechábamos que nos podrían rechazar o que no fuera aprobado, etc.